Metroid Dread: Excelente sucesor.

Cuando Metroid Dread fue anunciado durante el E3 de este año, se sintió como algo caído del cielo, algo inesperado. El hype fue inmediato. Si consideramos que el último juego de Metroid que Nintendo había sacado fue un juego cooperativo que tenía un modo para jugar fútbol que de Metroid no tenía nada y que parece que a nadie le gustó, el ver un retorno a la jugabilidad 2D (bueno, en este caso 2.5D) fue como un sueño hecho realidad.

Y tal cual, Metroid Dread salió a la venta y fue exactamente lo que anhelaba que fuese: Un juegazo excelente, que en cuanto a historia es básicamente la continuación de Metroid Fusion. Acabo de terminármelo al 100% por lo que mi experiencia está fresquita (este review no tendrá spoilers de qué ocurre ni de la historia ni de los jefes, así que no se preocupen). 

Visualmente el juego se ve hermoso, con sprites y fondos detallados y a los que se nota que se les puso cariño. El juego anda de forma estable, aunque tenía bajadas de FPS durante los viajes entre sectores (en los que se muestra una animación mientras se carga la región en memoria) o durante las cutscenes de cuando un jefe te agarra y tienes la opción de soltarte. 

En cuanto al audio, los efectos sonoros son lo que se espera para un título de este tipo, y la música es muy buena. Algunas de las pistas están obviamente hechas para acercarse a los fans más antiguos de la saga, con remixes de canciones que ya habíamos escuchado en Super Metroid hace 26 años atrás. 

En cuanto a jugabilidad, Metroid Dread está basado en la jugabilidad de Fusion (en otras palabras, debes mantener pulsado un botón para disparar misiles, en vez de cambiar manualmente como se hacía en Super Metroid), no se puede hacer walljump en una sola muralla (sí se puede con dos) salvo que ésta sea una muralla imantada, y vas a utilizar todos los botones del control. Lamentablemente éstos no pueden remapearse, lo que significa que si no te gusta la configuración del control, no hay de otra. Por cierto, las áreas para guardar son abundantes, por lo que nunca tendrás que ir muy lejos sin poder salvar tu progreso.

Otra cosa notoria es lo cinemático del juego. Hay varias cutscenes (muchas se pueden saltar presionando + seguido de -) que cuentan la historia según ocurre. El juego me lo terminé al 100% en 20 horas y algo. No es un juego super requetecontralargo, pero tampoco es corto, tiene una dificultad moderada y, eso sí, si quieres sacártelo todo al 100% ten por seguro que tendrás que volverte un maestro con todas las habilidades que el juego te dará... yo diría que incluso más que en entregas anteriores. No sólo eso: Muchos de los ítems ocultos del juego están bastante bien ocultos, y debido a ello te vas a encontrar usando cierto ítem con bastante frecuencia. 

Algo importante es que se nota que los desarrolladores saben que hay toda una comunidad de speedrunners jugando la franquicia, porque se puso especial énfasis en permitir romper secuencias, algo importante a la hora de rejugar estos títulos. Sospecho que esa es también una de las razones por las que sacar el juego al 100% es tan difícil si estás intentando terminártelo rápido. 

¿Recomiendo el juego? Absolutamente. Si eres un fan antiguo de la franquicia encontrarás que este juego es un excelente sucesor. Si eres nuevo, te encontrarás con un metroidvania (por algo el género tiene ese nombre) que te va a consumir su buena cantidad de horas, y te va a dar algunos dolores de cabeza si decides hacerlo al 100%.

Calificación personal:

10/10. El mejor juego que he jugado este año junto con Quake, pero ese no cuenta porque es un juego de hace 25 años atrás.

Por cierto, un pequeño disclaimer: El juego se ve bastante bien cuando lo juego, pero parece que el capturador de screenshots de la Switch les baja la calidad a las imágenes de una forma bastante agresiva (por eso se ven artefactos de jpg en todas). Perdón por eso.